Picaduras

Los que tenemos la suerte de vivir junto al mar dormimos con las ventanas de para en par, pero una refrescante brisa y el adormecedor sonido de las olas no son lo único que entra por los balcones.

El zumbido de los mosquitos a nuestro alrededor y el picor nos despiertan en medio de la noche, obligándonos a taparnos o a poner algún artilugio en los enchufes. Al día siguiente un ojo medio cerrado o un dedo que no se puede ni doblar de lo hinchado que está es lo más habitual.

Los insectos pueden picarnos y mordernos y lo hacen en todo el mundo, aparte de la molestia del picor y la inflamación, algunos transmiten enfermedades.

La lista de enfermedades transmitidas por ellos es impresionante, en este caso se les llama vectores y juegan un papel importante, ya que no es lo mismo que sea un piojo o una pulga la que te transmita por ejemplo una infección por Bartonella; en el primer caso puedes tener una endocarditis y en el segundo una enfermedad por arañazo de gato.

La saliva y los venenos que inoculan son complejos y pueden provocarnos reacciones inmediatas (por Histamina, Serotonina, Acido Fórmico, etc.) o tardías (por reacción alérgica a las proteínas). Los Hymenopteros (abejas, avispas, abejorros y hormigas) tienen venenos  que pueden dar reacciones alérgicas muy graves.

Las lesiones que provocan en la piel pican mucho, las típicas ronchas que todos conocemos, a veces son tan intensas que forman ampollas y nos confunden con otras enfermedades. Además, no es raro que las lesiones aparezcan solo en un miembro de la familia, aunque el insecto les haya picado a todos, y es debido a la forma de reaccionar de cada persona.

Algo que nos preguntan con mucha frecuencia, es si podemos saber qué insecto les ha picado sólo con mirar la lesión, la respuesta no es fácil; podemos sospecharlo, por ejemplo los chinches que son chupadores nocturnos de sangre, con frecuencia hacen picaduras en grupos de tres, algunos les llaman “desayuno, comida y cena”. Las pulgas, saltan y trepan, pero no vuelan, por eso sus picaduras suelen estar en las piernas.

Las garrapatas que son arácnidos y no insectos, son fáciles de ver pegadas aún a la piel, hasta han llegado a confundirse con lunares que aparecen de pronto.

¿Cómo tratamos las picaduras?

Para controlar el picor, usamos lociones de alcanfor o mentol. También son útiles anestésicos tópicos como pramoxina.

En las reacciones persistentes y muy inflamatorias, necesitamos corticoides tópicos y cuando son muy intensas y fracasan, puede ser necesaria la inyección del corticoide dentro de la lesión o incluso la eliminación quirúrgica del nódulo.

Las garrapatas hay que extraerlas sin partirlas y no suele servir el uso de cerillas, vaselina, etc. Además según la zona puede ser necesario tomar tetraciclinas para prevenir la fiebre botonosa.

Lo mejor es prevenir las picaduras con ropa adecuada y repelentes.

El DEET (N-dietil-m-toluamida) sigue siendo el repelente más eficaz para prevenir las picaduras por mosquitos y otros insectos, hay que usarlo con moderación, en los niños nunca a concentraciones superiores al 10% y retirarlos cuando pase el riesgo.

Por otro lado, igual a alguien le apetece una picadura de araña radiactiva…