Es algo que me sucede a veces, casi sin poder evitarlo, voy por la calle mirando de pasada a la gente con la que me cruzo y haciendo diagnósticos. Veo lunares, manchas, lesiones, rasgos faciales y pienso en enfermedades, síndromes... Estoy segura de que eso mismo les pasa a otros médicos.
Puedo poner muchos ejemplos, el último hace unas semanas… Me crucé con un hombre de unos 30 años y no pude evitar pensar en un diagnóstico. Tenía el pelo muy rubio, casi blanco, la piel muy pálida, llevaba unas gafas muy gruesas y padecía nistagmo, que consiste en un movimiento rápido e incontrolado de los ojos… Era una forma clara de Albinismo oculo-cutáneo…
El Albinismo oculo-cutáneo es una enfermedad hereditaria en la que las células son incapaces de producir pigmento, incluso llegué a aventurar por su acento que pudiera ser de Puerto Rico, y en ese caso, lo mas probable es que padeciese un Sindrome de Hermansky-Pudlak, ya que se da allí con más frecuencia.
Así en los escasos segundos que duró nuestro “encuentro” en la calle, llegué a preguntarme si no debería hablar con él sobre su diagnóstico. Igual que cuando voy por la playa y veo una “mancha” en la espalda de alguien, mi primer impulso es acercarme para verlo bien y hablar con esa persona…
Pero esas personas no están esperando una consulta y probablemente ya están diagnosticados. ¿Debería haber “asaltado” a este hombre en mitad de su paseo y explicarle el riesgo de hemorragias o de problemas respiratorios en el Sindrome de Hermansky-Pudlak?
En nuestro trabajo estamos entrenados para observar signos externos, reconocer patrones, anormalidades e ir recopilando datos hasta establecer un diagnóstico…
Llegar a un diagnóstico es lo que hacemos unas veinte veces al día y es una habilidad imprescindible en nuestra profesión, pero no es algo que conectes al llegar al hospital y que desconectes al salir a la calle…
Así que hacemos diagnósticos continuamente; A nuestro vecino le diagnosticamos un eczema seborreico o una psoriasis mientras hablamos del tiempo en el ascensor… A la dependienta detrás del mostrador, una rosácea papulosa o una queratosis seborreica… A ese niño del parque que camina de la mano de su madre, un síndrome de Williams…
¿Es esto una bendición o un castigo?
Nunca he parado a nadie por la calle para darle un diagnóstico, pero en más de una ocasión le he diagnosticado algún Carcinoma Basocelular en la cara al acompañante de un paciente… Y aun recuerdo al señor que venía a traer a su madre invalida a la consulta y que mientras esperaba, se dedicó a mirar los carteles de la pared, al cabo de un rato me dijo, mientras señalaba la foto de un melanoma… “yo tengo una mancha como esa en la pierna…”
Después de casi 20 años practicando la medicina, aun tengo dudas sobre qué debo hacer ¿Tengo la obligación de decirles lo que pienso o debo seguir mi camino y meterme en mis asuntos?
Lamentablemente somos humanos...
Curiosamente, mientras hoy estaba en una clase del gimnasio, no podía dejar de mirar los nevus a una chica que estaba a mi lado (llevar el dermatoscopio al gimnasio ya sería demasiado lamentable). Eran unos lunares sin nada especial, pero en ese tipo de piel que sabes que tarde o temprano puede dar problemas. No la conozco de nada, y llevo unas semanas tentada de recomendarle que se los controle un dermatólogo (quién sabe, igual ya está en buenas manos). Pero me pasa lo mismo. Por la calle no suelo parar a la gente, aunque le vea un carcinoma basocelular, pero en una ocasión si me permití recomendar una visita a un señor con un más que probable melanoma en el metro; nunca llegué a saber si al final fue o no al dermatólogo... yo me lo tomo como un juego (eso de diagnosticar a la gente que no conoces y no es paciente tuya), pero a veces también tengo dudas sobre cuál es la mejor manera de abordar esas situaciones...
ResponderEliminarUn abrazo!
En verdad meterte en tus asuntos es avisar a tal persona de que puede padecer un serio problema. No hacerlo es dejar a esa persona sin un diagnostico. no creo que pase nada por identificarse y hablar.
ResponderEliminarjajaja, suena un poco a castigo. Pero sin duda habla muy bien de tí como médico.
ResponderEliminarYo no pertenezco al gremio de la salud. Pero como usuaria o posible paciente, te digo que yo preferiría que me pararas. Incluso, aunque fuera con dudas y sirviera sólo para llevarme un susto de algo que luego no se complica. Creo que cualquier persona normal preferiría saber a no saber. Y más aún, en lo que a salud se refiere.
Difícil situación!! A mí me encantaría que me pararas, dejando clarito que no quieres que pase por tu consulta no sea que se interprete como que 'necesitas clientes' pero es cierto que la gente en general no quiere que le digan cosas malas y menos sin pedir explicaciones.
ResponderEliminarPuedes intentar el hacerte la encontradiza, buscar algo en común o pedirle algo tipo mechero (aunque no fumes..) para entablar una mínima relación para que luego sea más fácil.
No obstante, si lo haces que sepas que te encontrarás con más de una persona desagradable, borde y maleducada.
A mí me gustaría que viéndome me dijeras si mis lunares son peligrosos o qué pasa con esa mancha que no le doy importancia
Uf! Quizá discriminaría por la gravedad de la patología. Si viera claro que se trata de una enfermedad muy grave me plantearía decírselo, de la forma que ha comentado Laila. Como paciente, agradecería que me lo dijeran...
ResponderEliminarJuraría que ayer comenté esta entrada... sniff
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ResponderEliminarYo soy de dar "mi santa opinión" y me gusta la gente "osada".
ResponderEliminarRecuerdo un tribunal de selección al que fuí, uno de los médicos me dijo "para esa tos alérgica deberias tomar x", estaba congestionada y me gustó que lo dijese.
Pues no me deja contestar uno por uno
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que si fuese yo la que tengo algo grave me gustaría que me lo dijesen y creo que si alguna vez veo a alguien así lo haré... Aunque se enfade conmigo
Ah! Rosa, lo que ves suprimido es el comentario duplicado
ResponderEliminarGracias
Supongo que lo lógico es decírselo, de la misma manera que un cardiólogo o cualquier otro médico si ve a una persona que necesita RCP se la hace.
ResponderEliminarGran post e interesante disyuntiva. De cualquier manera somos médicos las 24h del día y de eso se derivan muchas consecuencias que ya conocemos, pero tambien una obligación o al menos así lo pienso modestamente. Te veo la semana que viene?
ResponderEliminarEs cierto Ricardo, no podemos desconectarnos de lo que somos, nuestra profesión es totalmente vocacional y eso es lo que más me gusta...
ResponderEliminar¿Vienes al Simposium del dia 3?
Sip. Hay que recordar la etapa almeriense
ResponderEliminarHola! Me gustó mucho su publicación a la que he llegado por su mención sobre el síndrome de Williams, y me ha sorprendido gratamente ver que siendo su profesión médica dermatología, tenga conocimiento de ésta enfermedad rara.
ResponderEliminarMe siento identificada con su inquietud, pues aún sin ser médico, me dedico a difundir información sobre el Síndrome de Williams y suelo estar en la misma disyuntiva que usted cuando casualmente fuera de casa me encuentro a otra persona que cumple con los rasgos clínicos del síndrome.
A mi me parece muy emocionante, dado que es muy poco frecuente que suceda eso, y puedo decirle que ya en una ocasión he tenido que abstenerme de acercarme a alguien bajo el razonamiento de no alterarle el autoestima, que por lo menos en ese momento se veía bastante cómodo consigo mismo. Aunque sigo intentando dar con el clavo de como acercarme a ellos y sus familiares sin herir susceptibilidades. Y la felicito porque su es evidente que su vocación es grande como para continuar diagnosticando aún cuando no esté en jornada laboral.
Me ha encantado tu entrada :) Yo recién acabo de licenciarme (ayer hice el mir!) pero supongo que es algo con lo que me tendré que enfrentar más adelante. Quizá pueda ser una intromisión en la vida de otra persona, pero también es cierto que quizás estemos salvando una vida...
ResponderEliminarun saludo!
Bueno, si yo tuviese algo serio agradecería mucho que un médico se me acerque a decírmelo. Yo por ej leyendo el blog de una oncóloga vi que subio un video sobre el cáncer de piel y unas imágenes en su blog, había un lunar que es exactamente igual a uno que tengo en el pecho que ha crecido bastante en el último año. Luego de ver eso tengo turno con un dermatólogo para la otra semana, veremos que me dice...a lo sumo me dirá paranoica jaja..
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