sábado, 3 de marzo de 2012

HISTORIAS QUE DURAN

Todos tenemos historias que nunca olvidaremos. De eso no hay duda… Pero ¿qué las hace tan especiales? ¿Qué las hace permanecer adheridas, pegadas a nuestra memoria?

Siempre hay circunstancias, tonalidades, olores, ángulos mas agudos que hacen que una historia permanezca con nosotros para bien o para mal…

El momento en el que nos sucedió, el lugar, la profundidad, el contenido… todo puede influir.
La manera en la que se desarrolló la acción, las interacciones entre los diferentes protagonistas… van quedando depositados en diferentes niveles de nuestro cerebro… eso es algo perfectamente estudiado.

¿Y la forma en la que acuden una y otra vez a nuestra memoria? Es curioso, casi siempre desencadenado por un “gong”, un detonante…

Yo, no sé por qué, soy una persona que suele levantarse muy temprano, incluso los días festivos. Antes me sentía un poco frustrada, pero he aprendido a disfrutar esos momentos de silencio y recuerdos. Me levanto y… tengo que ponerme en acción, es un nuevo día, un día real…

A veces salgo a pasear por la playa que está dos calles más abajo de mi casa. Hoy la arena helada crujía. Fui bordeando el mar mientras pensaba en esas historias. Son historias simples, sobre personas y lugares y sin embargo importan. Historias que no pretendían durar como una obra de arte, pero que sucedieron en el momento justo para conectar con nosotros…

Esta mañana me he visto recordando una escena muy simple… mis manos iban separando detenidamente mechones de pelo, explorando el cuero cabelludo de una persona. Aquella persona había notado hacía tiempo unos bultos en el cuello y algo que le picaba en la cabeza, y que al rascarse le sangraba. Era un melanoma nodular, no sabía desde cuándo lo tenía, no podía recordar cuándo apareció aquel “lunar”.

En esa escena, yo entonces ciertamente lo comprendí… Pasara lo que pasara, por muy largas y hermosas que fueran sus vidas, tenía que hablar con esa familia, tenía que darles una mala noticia.

La muerte tiene un peso demasiado grande y a ellos, que eran muy jóvenes y que no tendrían que haberla conocido, los aplastó…

Años después todo esto les parecería sólo un sueño, un mal sueño…

Hoy me he acordado de muchas personas a las que he tenido el privilegio de conocer en la flor de su vida y que no han podido sobrevivir a algo que parece tan simple como un “lunar”, un Melanoma Maligno.

¿Cuál ha sido hoy mi "gong", mi detonante? Puede que este post del Dr Salvador Casado

2 comentarios:

  1. Hay veces que sin saber ni como ni porque, es como si el tiempo se hubiese detenido, como si caminásemos sobre un plano y de repente surgiese profundidad, hay escenas que se quedan "paradas" en ese hueco .... ¿será por eso que vuelven a la memoria? .... no lo se .... soy bastante olvidadiza, pero a veces llegan a mi mente recuerdos que "explotan" con la fuerza de un volcán .... solo hace falta un olor, una palabra, una imagen ....

    ResponderEliminar
  2. La memoria es realmente nuestra vida, lo que no recordamos es algo similar a no haberlo vivido nunca.
    Quiero pensar que las personas que no están se llevaron de esta vida precisamente eso... los recuerdos.

    ResponderEliminar