sábado, 6 de abril de 2013

SER FELIZ


Hoy han puesto en la tele “Memorias de África”. Y he llorado… Como hace tiempo, cuando la vi por primera vez…

Y me ha hecho recordar esta frase que llevaba escrita un paciente el otro día en su camiseta: “All you can be is happy.”

Esta es una de las citas que más me gustan. Como casi todas las citas seguro que se la atribuyen a algún personaje famoso, no estoy segura de quién la dijo o de qué hacía esa persona cuando la dijo, pero son palabras que me llegan. Y me dan ganas de escribir historias...

“Todo lo que puedes ser es… feliz.”

No importa cuánto dinero, poder o fama poseas… Cuando todo está dicho o hecho, sólo queda ser feliz. Quizás algunos puedan pensar que sólo con tener más de esas cosas conseguirán ser felices…

Pero cuanto más pienso en esas palabras, más creo que el dinero, la fama o el poder, no son las cosas que nos hacen genuina y profundamente felices.

Al menos eso creo yo…

Es por eso por lo que muchas veces respiro profundamente, hago fotos de mi gente, los abrazo, escribo mis pensamientos, no escondo mis emociones. Dejo que las lágrimas corran por mis mejillas o me río a carcajadas… Se trata, no se cómo explicarlo… de “estar presente”.

Y es que, muchas veces, me encuentro a mi misma y a muchos de los que conozco, tratando de vivir superando obstáculos y dificultades con tanta intensidad… que olvidamos lo importante.

No importa si estas casado o soltero, si tienes hijos o no, si estas divorciado, si pierdes o ganas peso, si tienes trabajo, si lo pierdes, si empiezas o terminas unos estudios, si te vas a vivir lejos, o si te quedas donde estás, si conoces a alguien nuevo o encuentras cosas nuevas en viejos amigos, si bailas como si nadie estuviese mirando o si miras bailar a otros… Puedes ganar todo o perder todo, puedes cambiar de forma de pensar, incluso puedes “perder la cabeza”… No importa… Al final se trata de ser feliz…

La felicidad es una especie de destino que todos nos empeñamos en hacer que parezca que está lejos, muy lejos. Pero no es así, ¿verdad?

Me lo recuerdan con frecuencia. Cuando estoy inquieta, dándole vueltas a todas y cada una de las pequeñas cosas que me suceden, él me dice: "¿Sabes? Somos afortunados. Nuestra vida es buena. Los niños están sanos y les va bien. Nos queremos...”

Y me dice esas cosas mientras ata los cordones de sus zapatillas o mientras se lava los dientes o mientras gatea sobre sus manos y rodillas buscando algo que ha caído debajo del sofá. Hay algo en él cuando lo dice en esos momentos, que hace que sus palabras sean más brillantes. Me ayudan a reducir la velocidad. Y a darme cuenta de que tengo que dejar de preocuparme por llegar a ser feliz porque ya lo soy. He llegado…

Es cierto que todos tenemos cosas en nuestra vida que resultan difíciles, dolorosas o que nos crean incertidumbre… El futuro de nuestros hijos es una de ellas. Muchas veces estoy preocupada por mis pacientes o por amigos que tienen problemas o por familiares que están enfermos. Sí, esas cosas “apestan”, como dirían mis hijos. Pero entonces pienso en esas palabras: "Todo lo que puedes ser es… feliz".

Y me hacen comprender que mis miedos y desvelos acerca de mis hijos están bien, porque significa que estoy esforzándome por ellos y que eso les hace sentirse queridos, valorados… y es lo que realmente importa.

Y me doy cuenta que si estoy preocupada por mis pacientes o por mis amigos, quiere decir que los tengo en mi vida, en mi corazón... Lo cual es maravilloso, la verdad. Así que, ahora lo veo con otros ojos.

Unos ojos que saben qué es lo importante: "All you can be is happy."

Las peores mentiras son las que subconscientemente nos contamos a nosotros mismos. Muchas nos las han inculcado desde fuera, en forma de malas experiencias que dan lugar a pensamientos negativos… Como: “Aun no tengo lo suficiente para ser feliz…” o “Mis sueños son imposibles…”

Hasta en los errores que cometemos hay un mensaje. Algunas personas se lo pierden porque están demasiado ocupadas reprendiéndose a sí mismas por el error, o preocupándose por algún problema. Preocuparnos por lo que no tenemos hace que perdamos lo que ya tenemos.

Deja que tus sueños sean más grandes que tus miedos y que tus acciones hablen más fuerte que sus palabras… inventa historias... se feliz.

Buenas Noches :-)


4 comentarios:

  1. Todos tus textos son de una altísima calidad, pero hoy... hoy es sencillamente insuperable.

    Ojalá supiera transmitir como tú lo haces. :-)

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  2. Ser feliz es algo muy relativo. Lo que para unos es blanco, para otros es negro. He visto gente rodeada de desgracias que se sentía feliz pese a la adversidad. Y a otros, con enormes recursos a su alrededor, teniéndolo 'todo', sentirse unos desgraciados. Difícilmente se puede definir o acotar la felicidad; unos dicen que es el camino, otros aspiran a llegar a una meta.

    Mi opinión es que, más que ser feliz -o tratar de serlo-, lo sensato y razonable -y para lo que no hay escapatoria que valga- es simplemente vivir. Sea como sea. Vivir. No importan los caminos que quieras recorrer o desechar, las flores que quieras oler o aquellas que quieras pisar.

    Afortunada o desafortunadamente -según el cristal que se ponga uno en los gafas- no hay manual de instrucciones. Además, todos los consejos que los otros "usuarios de la vida" te dan son, al mismo tiempo, igual de válidos y erróneos.

    Vivir, sólo importa vivir, es lo único realmente cierto que tenemos.

    Un saludo.

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  3. Ayer también estuve viendo "Memorias de Äfrica" y coincido contigo en la llorera. Yo sólo con escuchar la música me emociono.
    Tu relato de hoy me encanta y es completamente cierto para ser felices tan sólo tenemos que disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas, sentirlas y no vivir con prisa si no saboreando cada instante.
    Muchas gracias por tus reflexiones.

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