Un escalofrío me ha despertado hoy. No entraba luz.
He ido a mirar por la ventana de la cocina… hasta
que finalmente ha despuntado un nuevo día. Mientras estaba allí, calentando mis
manos con la taza, deseaba que todos descansaran en paz.
Ahora reina el gris matinal, la neblina y el
silencio… llueve. Agua fina.
A veces pienso que los días en que no sucede nada
pueden ser tranquilos y maravillosos. Son días en los que la vida empieza a
mezclarse con los sueños.
Hoy he puesto todo mi empeño y concentración en
recordar el pasillo que une las dos partes del centro hospitalario. El largo
túnel que ata al antiguo y descascarillado con el nuevo y más moderno edificio.
El pasado con el futuro. Ese pasillo tiene algo oscuro y desagradable, está
lleno de sillas pegadas a la pared. Siempre vacías.
Si lo miro con perspectiva, me digo que el día en
que la vi por primera vez, todo ocurrió en un abrir y cerrar de ojos. Estaba
sentada en aquel pasillo. ¿Qué edad tendría? No sería muy mayor. Apenas sesenta
años. Tenía el pelo blanco bajo el tinte. Daba la impresión de andar de forma
pesada, y que se había parado a descansar. Pero no, no estaba descansando.
Estaba cosiendo, le pasaba un pespunte al bajo de un pantalón. Tanto me
sorprendió verla que no dije ni “hola”. Pasé de largo.
Al día siguiente, estaba allí de nuevo. Sentada,
cosiendo. La miré, ella me miró, tenía los ojos azules. Intercambiamos una
sonrisa. Yo le pregunté qué hacía.
“Esperar.”
Entorné los ojos y reconocí el cartel de la sala de
rehabilitación. Reconocí su cara, la había visto en consulta hacía meses y no
había vuelto a la revisión. Me senté a su lado. Me contó que se ganaba la vida
haciendo arreglos de ropa, que tenía un hijo en rehabilitación por un accidente,
que no tenía tiempo para todo, y que por eso no había regresado a su cita…
Con el flequillo tapaba la alopecia que padecía y
que afectaba a la línea de implantación del pelo. Ese día pasé consulta en el
pasillo…
“¿Cuántos años tiene usted exactamente?” no supe
qué otra cosa preguntar.
“Cincuenta y siete… Es una edad tonta. Los deseos
son los mismos de siempre, pero satisfacerlos ya no es tan fácil…”
La vida a veces se vuelve sueño. O tal vez nunca ha
sido otra cosa.
…….
ALOPECIA FRONTAL FIBROSANTE (AFF)
En esta forma de alopecia hay una perdida progresiva de
todo el borde de implantación del pelo, que puede retroceder hasta ocho
centímetros. En la piel afectada se ve también enrojecimiento alrededor de los
folículos e hiperqueratósis.
Hay un signo que se considera diagnóstico, la presencia
de cabellos aislados delante de la línea de implantación.
Hoy se cree que la Alopecia Frontal Fibrosante (AFF) es
un síndrome generalizado que se acompaña de pérdida total o parcial de las
cejas y de una disminución generalizada de la densidad del pelo en el cuero
cabelludo, las axilas, el pubis y las piernas. También presenta pápulas
faciales, otras lesiones de liquen y alteraciones de la inmunidad.
Lo más frecuente es que afecte a mujeres posmenopáusicas,
por eso antes se la llamaba AFF posmenopáusica, pero se han descrito casos en
mujeres premenopáusicas y en varones.
En la biópsia vemos una fibrosis perifolicular, junto con
un infiltrado inflamatorio en su mayoría de Linfocitos T en la parte superior
del folículo piloso. De ahí que forme parte de las Alopecia Cicatriciales
Linfocitarias.
Además, al igual que en el Liquen Plano Pilar (LPP), hay
tapones de queratina intrafoliculares y degeneración vacuolar de la capa basal
y de la vaina. Por eso muchos la consideran una variante de LPP.
En el diagnóstico usámos la clínica y la tricoscopia. No
siempre es necesario la biópsia. Hay que diferenciarla entre otras de la
Alopecia por Tracción.
No existe ningún tratamiento eficaz.
Puede sufrir rebrotes con inflamación picor y caída de
cabello, junto con épocas de descanso. Con los tratamientos disponibles podemos
parar la extensión de la alopecia, no podemos hacer que crezcan los cabellos ya
destruidos por la inflamación.
De forma tópica usamos corticoides, tacrolimus y
minoxidil al 5%, junto con ácido retinoico. Los corticoides se usan también en
infiltraciones locales. También usamos prednisona o cloroquina orales que
pueden retrasar el curso de la enfermedad.
Como se ha visto que la AFFP afecta especialmente a los
cabellos terminales dependientes de andrógenos, se han utilizado antiandrógenos
como finasteride y dutasteride orales con buenos resultados.
Se han publicado muchos estudios incluyendo Índices de
Calidad de Vida en los que se reconoce algo que todos intuimos, la alopecia
puede afectar psicológicamente a las personas que la presentan, haciendo que
cambie la percepción que tienen de su imagen corporal. En estos estudios, se ve
que la perdida de confianza y la disminución de la autoestima es seis veces
mayor en las mujeres. (Os dejo una foto del artículo del Dr Camacho)
Y ahora esta película que me han recomendado.
Dicen que en el futuro nos relacionaremos con Sistemas Operativos, no con personas.
¿Evitaremos complicaciones?
Feliz fin de semana.
¡Hola María José! Gracias por tu labor en este estupendo blog. Soy una mujer de 35 años a la que diagnosticaron de efluvio telógeno. Llevo con minoxidil al 2% desde septiembre pero no me sale cabello nuevo. Soy muy constante. Mi médico de cabecera me ha dicho que espere antes de ir al dermatólogo ¿Qué tiempo tiene que transcurrir para que haga efecto el minoxidil? No quiero estar perdiendo tiempo y dinero con un tratamiento que no funciona. ¡Gracias!
ResponderEliminarHola, gracias por pasarte por aquí. Bueno, tienes que saber que en cualquier tratamiento anticaida lo primero que notas es que se frena la caída y a los 2-3 meses comenzará a salir nuevo pelo. Como el ciclo de un pelo tiene una duración de unos 8 a 12 meses, es normal que todavía no los veas.
ResponderEliminarComo no conozco tu caso, lo mejor es que ante cualquier duda consultes con tu medico.
¡Muchísimas gracias!
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