sábado, 15 de marzo de 2014

MELANOMA NEVOIDE

Esta mañana paseando junto al mar, he mirado al cielo. Era tan azul y transparente que las escasas nubes blancas se estiraban como trazadas con un pincel. El viento soplaba con fuerza y las hacía dibujar círculos…

Al mirarlas, me he olvidado de la flojera con la que terminé la semana pasada… El agotamiento con el que llegué, casi arrastrándome, al viernes noche y que me ha impedido correr hoy…

Sin embargo, esta mañana paseando junto al mar, he comprobado que el mundo seguía exactamente igual que siempre. Alcanzado este punto, el aire se ha tornado calmo, todo se ha vuelto cristalino y me han invadido los recuerdos…

Hay momentos tan intensos en esta profesión que cuesta describirlos. Esa clase de situaciones que evocan la sensación de estar viviendo algo mágico.

Único.

Soy incapaz de decir si bueno o malo. Yo sólo recuerdo. Sólo siento…

…….
Un médico joven, R1 de familia, está sentado a mi lado. Va a estar allí durante las próximas semanas. Observa atento todo lo que ocurre en la consulta.

Ve cómo miro a los ojos de la paciente.

¿Es la primera vez que nos ve comunicar malas noticias? No lo se.

¿La primera vez que ve cómo una persona real se entera de noticias reales? El tipo de noticias que pueden alterar todos los planes de una vida.

Me escucha pronunciar esa palabra que hiela la sangre y deja un reguero de pistas.

Cáncer. Melanoma Nevoide. Metástasis. Estudio de extensión…

Ve cómo los ojos de ella se llenan de lágrimas, cómo las contiene con entereza. El labio le empieza a temblar.

"¿Tienes miedo?"

Ella niega con la cabeza.

"¿Estás bien?"

Pero sus ojos ya viajan a algún lejano horizonte… Quiero preguntarle si tiene hijos, pero no encuentro la forma de hacerlo.

“No creas que no pienso en ti, en lo que te está pasando, en la mejor forma de actuar. No creas que me olvido de ti cuando no nos vemos.” Es lo único que acierto a decirle.

¿Cuándo es buen momento para cambiar la vida de alguien?

Recuerdo la primera cita. Quería quitarse esa “verruga” de la mejilla. La tenía desde hacía más de tres años, ya se la habían tratado, pero había vuelto a salir...

No le gustaba. Se sorprendió cuando le dije que había que tomar una muestra primero. Me preguntó por qué.

“Para poder hacer un Diagnóstico diferencial entre Melanoma nevoide y Nevus Melanocítico” pensé…

Y ahora me sentía como una ladrona. Alguien que estaba a punto de alejarla de sus esperanzas y de sus sueños de juventud.

¿Cuándo es buen momento?

¿Hay alguna manera de hacerlo que sea menos horrible y antinatural?

 “Hola, tu vida está a punto de cambiar y no a mejor.”

……….
El Melanoma Nevoide es una forma poco frecuente de melanoma nodular que puede simular lesiones benignas. Se llama “nevoide” porque el aspecto clínico e histológico puede ser muy parecido al del nevus intradérmico benigno o nevus melanocítico compuesto.
Es un tipo de melanoma, que histológicamente puede ser fácilmente confundido con un nevus, o lunar, benigno. De hecho, su mejor definición es un melanoma que un patólogo diagnosticaría como un nevus y que desea que realmente lo sea.
Clínicamente se comporta igual que cualquier otro melanoma. A menudo es un diagnóstico retrospectivo que se hace cuando un “nevus supuestamente benigno” recidiva o da metástasis.
Afecta por igual a ambos sexos. Clínicamente se presenta como una pápula típicamente amelanótica o un nódulo, o incluso como una lesión verrugosa. Muy raras veces se sospecha clínicamente que es un melanoma.
De ahí la importancia de realizar un diagnóstico correcto de cualquier lesión que vayamos a tratar, tanto clínicamente como histológicamente.

……..
Esta semana que termina he intentado enseñar algo diferente a ese joven médico que se sienta a mi lado con su cuaderno de notas.

Le he enseñado a no “quemar” aquello que no sabe lo que es. A no “tirar” nada de lo que extirpa. Que el estudio/confirmación histológica de lo que trata es fundamental.

Pero…

¿Cómo puedo enseñarle a ser empático?

Lo pregunto porque no lo sé. Ni siquiera se si yo lo hago bien.

Querida paciente, querido y joven residente… ¿qué debo deciros?

¿Que ya he visto a muchos vadear esas aguas?

Y… ¿cuándo es el mejor momento para hacerlo?




Estoy convencida de que, algún día, en una esplendida ribera de un bello río, en algún mundo distante, todos intercambiaremos sonrisas, nos trataremos con cariño y viviremos buenos momentos juntos.

2 comentarios:

  1. Si ese observador privilegiado ha estado atento a lo que se producía en el encuentro habrá aprendido mucho más que el "Melanoma Nevoide", habrá aprendido empatía y sensibilidad, habrá aprendido lo que el otro nos importa y lo que nos hace ponernos en su piel (nunca mejor dicho). Gracias por mostrarnos tu empatía a todos. Gracias.

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  2. Hola; la verdad que leyendo esto que has escrito, me ha llegado al alma...pero al alma de verdad, ... y yo soy del estilo paquidermico para estas cosas de los sentimientos...

    "Hay momentos tan intensos en esta profesión que cuesta describirlos. Esa clase de situaciones que evocan la sensación de estar viviendo algo mágico.

    Único.

    Soy incapaz de decir si bueno o malo. Yo sólo recuerdo. Sólo siento…"

    Los que por caminos de la vida descubrimos que la derma era nuestra pasión demasiado tarde, y ahora - no voy a decir que sufrimos, pero casi- el hacer otra especialidad que no esta mal pero que no es el amor de tu vida... estas palabras nos llegan al corazon y nos llenan de sana envidia. Esto, además motiva para seguir con el sueño de intentarlo, "sólo" por sentir, "eso"... que acabas de describir.

    Muchas gracias por el Blog.

    Anonimo

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