sábado, 27 de diciembre de 2014

¿EXISTE LA PIEL SENSIBLE?

Escribo en este blog porque hay una cosa, sólo una, que quiero decir. A diario hablo con personas que intentan ir siempre hacia delante, personas que luchan silenciosamente pero con ímpetu… que quieren ser felices. Les deseo que lo sean.

Me gusta hacer lo que hago. Quiero seguir escribiendo sobre mi trabajo sea como sea, y espero no cansarme nunca de hacerlo.

Escribir y crecer, esperanza y acción… Aprender.

A las siete y media de la mañana mi cuerpo aún no está completamente despierto; pero, a veces, salgo a correr antes de ir a la consulta.

Era un amanecer frío de diciembre y la luna estaba inmóvil en el cielo. Esa noche había dormido profundamente. Mis pasos resonaban en el azul silencioso, iban quedando escondidos, absorbidos por las paredes… en secreto. La escena era hermosa. El mar resonaba, fuerte, y el aire era limpio. El cielo se movía despacio, tan azul que parecía que iba a disolverme en él.

De pronto, a pesar del rugido de las olas, llegó, como cada día, el silencio del amanecer. El corazón me palpitaba con fuerza y sentía cómo me temblaban los pies… El azul obscuro del cielo fue tomando una tonalidad celeste. Ya se oían los primeros pájaros.

El mar, yo, el cielo…

Al llegar, ella estaba esperándome en la puerta. Sonrió con ojos brillantes y, con las manos en los bolsillos y la cara medio tapada por la bufanda dijo: “Buenos días”. Yo no la reconocí, aunque estaba segura de haberla visto antes. Era guapa, de piernas y brazos largos, pensé que transmitía sensación de tranquilidad. Hablaba con sosiego. “¿Puedes ayudarme? Estoy pasando un mal momento.” Dijo entrecerrando los ojos. “Siempre has sido paciente conmigo…”

Lo siguiente que atrajo mi atención fue una enorme bolsa de plástico que traía en una mano y que parecía contener botes de cremas…

Mirándola con fijeza, dije: “Con mucho gusto” y le devolví la sonrisa.

Empatía significa el deseo de asumir el marco de referencia del otro, una captación exacta de su perspectiva y una vivencia de sus sentimientos… El intento de captar el mundo del otro como si yo fuese ese otro…

Sentir tristeza sin entristecerme…

Evitar usar respuestas estereotipadas, huecas, no repetir de forma mecánica sus mismas palabras. No es sólo un elemento en la comunicación. No sólo hay que percibir lo medible, sino que hay que comprender sus sentimientos y manifestarlos mediante palabras o gestos.

…….


Decimos que una piel es sensible cuando el/la paciente nos cuenta que presenta sensaciones transitorias y desagradables en la piel, que pueden ser de diferente intensidad. Es muy frecuente, hasta un 50% en algunas series, y más en mujeres.

Es una reacción sensorial exagerada frente a múltiples y diferentes factores.

En lugar de “sensibilidad cutánea” debería conocerse como “Autopercepción de sensibilidad cutánea”, ya que suele ser muy subjetivo.

Aunque antes se dudaba de su existencia, hoy en día se considera un síndrome clínico del que existen definiciones y clasificaciones que la describen como la existencia de sensaciones anormales consistentes en prurito, quemazón, dolor, hormigueo, escozor… que aparecen en respuesta a diversos estímulos que pueden ser físicos (radiaciones UV, calor, frio, aire…), químicos (cosméticos, jabones, agua, polución…), psicológicos (estrés), hormonales (ciclos menstruales).

Pueden presentar enrojecimiento, aunque no es un hallazgo constante.

También se conoce como piel reactiva, intolerante o irritable. Estos términos parecen más adecuados, para no confundirla con la alergia de contacto. Ya que, aunque su fisiopatología permanece sin aclarar, se sabe que el mecanismo que subyace no es inmune.

No es una alergia.

Se debe probablemente a un mecanismo de inflamación neurogénica que tiene lugar tras activación de nervios sensitivos terminales de la piel.

Las pieles extremadamente sensibles pueden mostrar una reactividad muy alta a todos los tipos de factores: tópicos, ambientales, (incluida la polución), e internos como estrés o cansancio. Puede presentar fases de crisis (status cosmeticus), que duran días o semanas y durante la cuales, el que las padece no tolera ningún producto.

Existen test diagnósticos; como test del escozor, test de sensibilidad al calor o test de capsaicina. Pero el diagnóstico se basa en la historia clínica fundamentalmente.

Su frecuencia aumenta durante el verano, lo que sugiere que las radiaciones UV puedan ser desencadenantes, aunque no existe asociación con ningún fototipo.

Casi 25% de las mujeres son sensibles a algún compuesto tópico y un 15-20% a factores ambientales, como calor, viento, cambios de temperatura.

Afecta por igual a pieles grasas o secas.

La piel sensible aparece con mayor frecuencia en pacientes con dermatitis atópica o alergias, pero la mayoría no presentan nada de esto.

En algunos pacientes existe una alteración de la barrera cutánea que favorece el contacto con factores desencadenantes. Sin embargo, en la mayoría no existe esta alteración de la barrera, lo que sugiere que piel sensible y piel seca son fenómenos diferentes aunque relacionados, ya que, una piel seca favorece el contacto con los factores que desencadenan la reactividad de esas pieles. Y al revés. De hecho, el uso regular de emolientes mejora los síntomas.

Por otro lado, la presencia de sensaciones anormales y vasodilatación, reflejan la participación del sistema nervioso cutáneo. Neurotransmisores como sustancia P, el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP), Péptido intestinal vasoactivo (VIP), pueden provocar inflamación neurogénica con vasodilatación y degranulación de mastocitos.

Se define inflamación neurogénica como la liberación de neuropéptidos (desde las terminaciones nerviosas) dando lugar a inflamación.

Es curioso cómo los factores que pueden desencadenar los síntomas en las pieles reactivas son muy numerosos. Por eso, la mayoría de autores creen que la base está en la participación de receptores transitorios (TRP) en los canales, aunque no se ha podido demostrar. Ya que son las únicas moléculas que pueden ser activadas por todos estos diferentes factores y se expresan en las terminaciones nerviosas, en las células de Merkel y en los queratinocitos. Así que, existirían en ellos unos canales TRP anormales o excesivamente activados.

En definitiva, en las pieles reactivas el nivel de tolerancia es anormalmente bajo.

No afecta sólo a la cara, en ocasiones aparece reactividad en otras zonas como cuero cabelludo, manos, pies, cuello, espalda, genitales, etc

La cara es la zona más frecuentemente afectada y de la que más se quejan los pacientes y dentro de esta los pliegues nasolabiales, que es la zona donde se realizan la mayoría de test. Le sigue las eminencias malares, barbilla, sienes, frente y labio superior.

Es frecuente que nos consulten por tener el cuero cabelludo sensible, y los síntomas aquí son algo diferentes. Es más frecuente el picor y el hormigueo. La caspa no es un síntoma. Los factores desencadenantes son también diferentes: calor, emociones, champus. Su frecuencia aumenta con la edad. El picor en el cuero cabelludo aparece con o sin caspa. De hecho el cuero cabelludo se considera un órgano con terminaciones nerviosas C funcionalmente aberrantes.

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
El principal es con los Flushing (enrojecimiento brusco) que sufren los pacientes con rosácea. En ausencia de eritema, el diagnóstico es fácil.

Otras causas posibles de sensaciones anormales sin otros síntomas objetivos son neuropatías, tanto de pequeñas fibras como de grandes. En el cuero cabelludo, además deberíamos incluir la Tricodinia en el diagnóstico diferencial. Esta es una sensación dolorosa en las zonas de alopecia (androgenita, efluvio telogeno, areata, etc)

TRATAMIENTO
No existen estudios controlados, randomizados, doble ciego. El tratamiento se basa en el uso de cosméticos que sean bien tolerados y con efectos calmantes.

Existen muchos productos en el mercado. Recientemente se ha propuesto el uso de T-4-T butilciclohexano, un antagonista selectivo de TRPV1.


Lo ideal es retirar todos los productos que se estén usando y sustituirlos por aquellos con la menor cantidad de ingredientes posibles. Muchos dermatólogos recurrimos a la formulación magistral para personalizar estos tratamientos.
.......

No todo en nuestra profesión es medible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario