jueves, 28 de octubre de 2010

UN LASER NO ES UNA GOMA DE BORRAR

Dr/Dra: -Tiene usted un cáncer de piel, es importante hacer un tratamiento con cirugía para extirparlo y evitar el riesgo de metástasis.

Paciente: -¿Hay que cortar?

Dr/Dra: -Si, hay que quitar la piel donde esta el tumor junto con una parte de piel sana de alrededor que llamamos margen de seguridad.

Paciente: -¿Y no sabe de algún sitio donde me lo puedan quitar con láser?

Dr/Dra: -Es un tumor que ocupa toda la piel, puede dar metástasis y se debe quitar entero con cirugía. Puede usarse un láser para cortar el tejido pero aún así debe extirparse.

Paciente: -Si me queda alguna cicatriz después de la operación, me la podré quitar con láser, ¿verdad?

Dr/Dra: -Si la cicatriz así lo requiere, podremos remodelar y mejorar su aspecto, pero no hacer que desaparezca. El láser es un aparato que “quema” no es una goma de borrar.

Aprovecho esta conversación que se repite casi a diario en las consultas para hacer un “homenaje” al láser medico. Porque cumple 50 años.
Maimann introdujo en 1960 el primer láser con usos clínicos, un aparato que contenía una barra de rubí y emitía luz (en la gama del rojo) de longitud de onda de 694 manómetros (nm).

El término láser es un acrónimo de “Light amplificación by stimulated emisión of radiation” (amplificación de la luz mediante emisión estimulada de radiación).

Los átomos/moléculas, están formados por un núcleo (o núcleos), rodeados por electrones en orbita. En reposo, los electrones están en su nivel de menor energía, si reciben energía, se mueven a una orbita de mayor energía y mas lejana al núcleo, este es un estado excitado e inestable. Este electrón tiende a volver al estado anterior y emite un fotón de energía (emisión espontánea de radiación).

La emisión estimulada es cuando un electrón ya excitado, recibe otro fotón mas y después vuelve a su orbita de reposo, liberando dos fotones con la misma longitud de onda, la fase y la dirección del foton absorbido.

Un láser es un aparato con un medio activo (gas, líquido o sólido), dentro de una cavidad resonante limitada por dos espejos planos y paralelos, uno de ellos es semitransparente. Cuando los átomos o moléculas que forman el medio son excitados por una fuente de energía externa (como una lámpara flash), se produce dentro de la cavidad el efecto láser: “ampliación de la luz por emisión estimulada de radiación”. Parte de la luz, escapa a través del espejo semitransparente, en forma de pulsos o como un rayo continuo.

Además de por un brillo intenso, la luz láser se diferencia de la luz emitida por otras fuentes por ser:
            -Monocromática.
            -Coherente (las ondas están en fase en tiempo y en espacio)
            -Colimada (no divergente, salvo que sea enfocada con una lente)

Por tanto “el láser es un rayo de luz monocromático y coherente, que puede dar lugar a densidades de energía muy elevadas”.

Los láseres, se nombran según los constituyentes del medio:
            -Gas (argon, CO2, excimer)
            -Liquido (colorante pulsado, etc.)
            -Sólido (alejandrita, erbio: itrio-aluminio-granate (Er:YAG), Nd: YAG, rubí, etc.)
El medio es el que determina la longitud de onda de la luz que se crea dentro del aparato. A mayor longitud de onda, mayor penetración en los tejidos.

El primer láser de aplicación a la cirugía, fue de gas con radiación continua y se empleo en un pequeño tumor retiniano. El Dr. Leon Goldman comenzó usando un láser de rubí en la superficie cutánea. Existen muchos tipos diferentes, todos tienen el mismo objetivo, incidir de forma selectiva sobre ciertas estructuras, respetando los tejidos periféricos.
La energía que absorbe el tejido, depende de la longitud de onda que emita el láser y de las características del tejido, pigmento o cromóforo.
El cromóforo o diana sobre el que actúa el láser, puede ser: agua, hemoglobina, melanina u otros pigmentos.
Lo que hace el láser es calentar el cromóforo o diana para la que es selectivo, esto depende de la energía que apliquemos y del tiempo que dura la aplicación.

La luz puede ser manipulada en su longitud de onda, energía que contiene y duración del pulso, de forma que un cromóforo diana en particular (melanina, hemoglobina, agua, etc.) absorba la luz y sea destruido, mientras que otros cromóforos no lo sean.

Podemos dividirlos en tres categorías:
            -Láseres quirúrgicos: Son los de mayor longitud de onda y penetran mucho en la piel, como CO2 y Erbio que cuando se emplean a altas intensidades, coagulan y hacen efecto de corte de alta precisión. También para remodelación cutánea o resurfacing, mejorando cicatrices, arrugas superficiales, elastosis, lesiones cutáneas precancerosas, etc.
            -Láseres de pigmento superficial: Tienen menor longitud de onda y suelen limitar su efecto a alteraciones vasculares superficiales y pigmentaciones superficiales.
            -Láseres de pigmento profundo: Suelen ser de alta intensidad y corta duración (rubí, alejandrita, YAG) Para tatuajes y pigmentaciones profundas.

En la depilación el cromóforo diana, es la melanina, por lo que lo ideal es un pelo oscuro y una piel blanca. Aunque cada vez tenemos mejores y más eficaces láseres.

Cada día la física presenta nuevos avances técnicos para crear láseres más específicos para problemas concretos tanto en dermatosis como en estética. Los nuevos aparatos combinan ahora varios sistemas para mejorar los resultados, incidiendo sobre la protección de los tejidos circundantes.

¿Hasta dónde llegaremos?


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