Cuando hace unas semanas Rafael Pardo me invitó a participar en un post/proyecto sobre Teledermatología, me sentí halagada y a la vez inquieta, ya que, debo confesar mi inexperiencia en este campo. Sin embargo dado el carácter visual de esta especialidad todos los dermatólogos hemos hecho de una u otra forma, en algún momento “teledermatología”.
Mis pacientes en más de una ocasión, me han traído fotos de lesiones que sólo les duran unos pocos días o incluso horas y no es infrecuente oírles decir: “Es venir al dermatólogo y se me ha quitado la erupción, pero mire, así es como me pongo cuando me sale” y me enseñan la pantalla del móvil.
En una ocasión una señora de unos 55 años me trajo la foto de su boda para que viera como le había cambiado el lunar que tenia en la cara. También me han mandado fotos por correo electrónico y a diario me consultan algo por teléfono.
La escasez de especialistas en Dermatología y el aumento de la demanda asistencial tanto por enfermedades como por motivos estéticos, han hecho que aumente el tiempo de espera para una consulta dermatológica, esto es inadmisible en patologías tumorales en las que el diagnóstico y extirpación precoz son fundamentales.
Como el "gestor" de la demanda de consultas es el médico de Atención Primaria, es fundamental mantener con ellos una estrecha y eficaz relación, aquí puede ser muy útil la Telemedicina para realizar un cribado de los pacientes que precisan atención preferente, así como para realizar actividad docente.
En sus inicios, el objetivo de la telemedicina ha sido prestar atención asistencial en áreas que cuentan con poca atención medica, pero también puede ser útil en áreas urbanas, con el fin de ahorrar costos, tiempo e inconvenientes a los pacientes.
Existen dos métodos para transmitir los datos: la videoconferencia o sistema en tiempo real y las aplicaciones que nos permiten “guardar y enviar” los datos y las imágenes obtenidas a un experto remoto que puede examinarlas en cualquier momento. Este último sistema es el que consume menos tiempo y resulta más económico.
La Dermatología es una especialidad muy apropiada para la Telemedicina, ya que los diagnósticos se sustentan en la morfología de las lesiones. Esto nos da una ventaja cuando se trata de pacientes crónicos ya diagnosticados, como por ejemplo pacientes con psoriasis que empeoran; el medico de Atención Primaria puede enviarnos una foto de su estado y así poder orientar el tratamiento o el mismo paciente hacérsela y ponerla en su historia. Parece ser que por ahí va el futuro.
El inconveniente estaría en la persona que selecciona la zona a fotografiar, ¿podemos fiarnos si vemos solo una mano? ¿no estaremos dejando de ver algo más importante que está en la espalda?
Dentro de la Dermatología, la dermatoscopia es apropiada para el empleo de imágenes digitales, ya que el diagnóstico “de visu”, basado en un examen directo de lesiones pigmentadas es menos exacto que cuando se usa un dermatoscópio y la imagen la estudia alguien adiestrado en dermatoscopia.
La posibilidad de emplear la teledermatoscopia, se aclaró en 1999 con un estudio realizado por Piccolo y col que vieron una coincidencia del 91% entre el diagnóstico presencial y el telediagnóstico.
La aparición de móviles con cámaras incorporadas, han posibilitado el uso de estos aparatos para el screening y triaje de lesiones pigmentadas así como para el tratamiento domiciliario y de seguimiento.
Desde mi punto de vista como Dermatóloga, necesito tener:
-Imágenes nítidas de todas las áreas corporales.
-Imágenes en detalle de las lesiones elementales.
-Datos sobre el tiempo de evolución, los tratamientos previos realizados, los antecedentes, etc.
También me preocupa el vacío legal que existe en este campo y el que puedan ser técnicas caras e inaccesibles.
Espero encontrar respuestas.
Después de varios años de experiencia como teledermatóloga, me gustaría en primer lugar felicitarte por este post. Aunque confiesas inexperiencia (en realidad aclaras que tampoco es tanta, ya que de algún modo hacemos TD a diario, aunque sea con la vecina del 4º), das en el clavo con uno de los principales problemas que no he sabido resolver: y es que de alguna manera, obligas al médico de primaria a focalizar la atención en una o pocas lesiones, obviando el resto del tegumento. No es que sea un problema de la TD ya que nos lo encontramos en el día a día: a diario diagnosticamos patología importante en pacientes que son derivados por otro motivo más banal. En mi experiencia, los únicos tumores malignos (carcinomas basocelulares, escamosos, incluso un melanoma) que diagnostiqué después de 3 años de teleconsulta asíncrona, fueron en pacientes que habían sido derivados (y por tanto, fotografiados) por otro motivo. En esta fase de nuestro proyecto, y para establecer el grado de correlación dx, veíamos a todos los pacientes en consulta presencial, pero eso da que pensar. Da un cierto temor dejar de diagnosticar a estos pacientes, que si hubieran venido a la consulta, hubieran salido con un diagnóstico más serio...
ResponderEliminarEl otro problema irresoluble que me he encontrado es la falta de tiempo de los médicos de primaria (los que nutren la consulta teledermatológica) para entretenerse en hacer fotos y enviarlas en un proceso según ellos demasiado complejo (por el hecho de tener que descargar las fotos al PC). Quizás este punto hoy en día con los smartphones se podría resolver.
Además, hay que admitir que la mayoría de médicos de primaria no están acostumbrados a hacer fotos macro, por lo que la calidad de las imágenes era bastante pésima en la mayor parte de los casos.
Por último, los diferentes estudios demuestran que la TD asíncrona (de almacenamiento) no es útil en patología inflamatoria, restringiéndose su uso en la patología tumoral.
En definitiva, los problemas potenciales podrían resumirse en:
- Falta de tiempo en primaria
- Falta de calidad de las imágenes
- Se focaliza la atención en una sola lesión
- No útil en patología inflamatoria
Lo dicho, enhorabuena, estaré pendiente