domingo, 20 de febrero de 2011

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA DERMATOLOGIA?

“Dermatology, perhaps more than any other clinical specialty, uses all three types of knowledge – knowledge from research, knowledge from data analysis, and knowledge from experience. The dermatologist uses their experience in diagnosis. The tacit knowledge that they accumulate about the seriousness of a lesion, sometimes having to be reinforced by a test, is of vital importance and when I look at a Dermatology Department I see it as a node in a knowledge network, like an electricity substation or a water reservoir and pumping station”.

¿Qué es la dermatología?
Es el estudio de la piel y mucosas y las estructuras asociadas, tales como pelo y uñas. La piel no es una simple cobertura inerte, es el límite entre nosotros y el medio exterior. Sus funciones incluyen la defensa frente a infecciones y agresiones externas (traumas, irritantes, radiaciones ultravioletas, etc.) La piel es esencial en el control de la perdida de agua y calor, es un órgano sensitivo esencial que nos permite distinguir calor, frío, dolor, etc. La vitamina D se sintetiza en la piel. La piel es también un órgano fundamental en nuestras relaciones sociales y sexuales.

¿Por qué es importante?
La piel contiene otras estructuras como pelo, vasos, nervios, glándulas; todas ellas pueden verse implicadas separadas o en combinación en diversas patologías tales como alopecia, vasculítis, prurito, hiperhidrosis, acne, etc.
Un fallo en este órgano tan extenso, merece la misma atención que un fallo cardíaco o renal.
Historicamente ha existido una tendencia a trivializar las enfermedades cutáneas incluso entre los profesionales sanitarios, dando lugar a una baja atención en los programas sanitarios. Sin embargo, los efectos psicológicos de una minima afectación de la piel pueden ser más importantes para el paciente que otros procesos. Es cierto que la mayoría de enfermedades dermatológicas, no son mortales, pero su elevada prevalencia y morbilidad hacen que sean una carga para el sistema sanitario.

¿Dónde empieza la enfermedad cutánea y termina la medicina general?
Ya que la piel es el órgano más extenso del cuerpo, es posible observar y describir una gran cantidad de enfermedades. Por el contrario a otras especialidades médicas, donde se describen unas 50 patologías, en la piel se han descrito casi 2000.
La mayoría de enfermedades sistémicas (infecciosas, vasculares, conectivopatías, etc.) tienen manifestaciones en la piel y al contrario, un fallo cutáneo puede repercutir a nivel sistémico originando un fallo cardíaco, una septicemia, etc. La definición de lo que sería una enfermedad puramente cutánea, es por tanto difícil.

Es necesario definir “necesidad”.
La definición aceptada de “necesidad” seria la “capacidad de la población para beneficiarse de la atención sanitaria”, esta definición no es útil en dermatología. El paciente que no quiere tener una queratosis seborreica (lesión benigna) por motivos estéticos, también se “beneficia” de la atención sanitaria y demanda asistencia.  Aunque muchos piensan que estos procesos no deberían tratarse en el sistema público, la definición de qué constituye una enfermedad “dis-ease” no esta clara en términos sociales y necesita una puesta en común.
Un ejemplo lo tenemos en el acné; hace 30 años, no se consideraba un problema sanitario y no se trataba, era algo de la edad, que se pasaba sólo.

La demanda de atención dermatológica va a ir aumentando en las próximas décadas por las siguientes razones:
-Existen una gran cantidad de enfermedades dermatológicas no atendidas, lo que vemos es sólo la punta del iceberg. Un cuarto de la población aproximadamente, presenta un problema cutáneo; de estos casi un 80% no lo han consultado nunca. Con el creciente acceso a la información tanto a nivel de campañas publicas como profesionales, este sector de población comienza a ser consciente de ello y a demandar atención sanitaria especializada.

-La prevalencia de muchas enfermedades dermatológicas, se esta incrementando. Destacan tres procesos dermatológicos muy frecuentes y costosos en su atención: cáncer de piel, eczema atópico y úlceras venosas.

-La diferencia entre enfermedad dermatológica y problema estético de la piel no es del todo clara. Los conceptos han cambiado tanto para el público como para los profesionales, en parte debido a la sociedad del bienestar, lo que esta dando lugar a una creciente demanda de atención. La distinción entre lo que es una “necesidad” razonable (la preocupación sobre la malignidad o no de un nevus) y la “demanda” (el paciente que quiere que le quiten un nevus porque no le gusta), es borrosa en dermatología.

Es necesaria una revisión periódica entre profesionales sanitarios, sociedad y autoridades, para desarrollar guías claras de necesidades en los servicios dermatológicos.

4 comentarios:

  1. La sociedad del bienestar, el estado del bienestar. Las raíces del "no hay límite para estar mejor": no un coche, dos; no una tv, dos o tres; no un frigo, varios.
    La definición de salud de la OMS de "completo bienestar físico, psíquico y social" tiene mucha relación con el estado del bienestar. El problema es que esa definición, además de utópica, es inútil. No hay una definición, sino una por persona, y con ella, el derecho a la salud se convierte en algo ilimitado.
    Luego llegó la crisis. Los recursos no eran ilimitados y de seguir así, el planeta iba a terminar claudicando más pronto que tarde. Ahora el mensaje no es "dos coches", sino "uno solo, a poder ser, eléctrico, y si quedas con los colegas para ir juntos al trabajo, mejor"
    En Salud parecemos obligados a ir también hacia lo sostenible. Si yo decido cual es mi definición de perfecto bienestar, y se me ocurre decidir que mi bienestar pasa por la depilación láser... ¿Mi derecho a la salud obliga al sistema público a costeármelo? Y si no es así ¿de qué me sirve esa definición de salud?
    Esas guías claras de necesidades, que vienen a ser las carteras de servicios de cada especialidad deben hacerse más coherentes, no pensarse sólo para ganar votos, o para acotar el ámbito de la actividad privada que resulte más rentable.

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  2. Genial el comentario de Francisco, y una vez más, has dado en el clavo con el post de hoy, es un tema candente y que nos da muchos quebraderos de cabeza en la consulta. Personalmente me frustra bastante el hecho de que el 95% de las "discusiones" o pacientes insatisfechos corresponden a este tipo de situaciones en las que el paciente exige tratamiento (habitualmente quirúrgico) de procesos "no patológicos".
    El problema se convierte en un tema de equidad si, dependiendo del hospital / dermatólogo que atienda al paciente en cuestión (pongamos que con acrocordones en el cuello - y no, no se trata de "verruguitas" extremadamente contagiosas-), se los van a extirpar o no. Y, en caso de que todos los dermatólogos nos pusiéramos de acuerdo en defiinir cuál debe ser nuestra cartera de servicios, inmediatamente en algunos centros de primaria se pondrán a extirpar como locos acrocordones en lo que se denominará "cirugía menor dermatológica". No se trata de quién los debe extirpar, sino de si deben o no ser tratados en el sistema nacional de salud, con unos recursos limitados.
    Mientras haya alguien dispuesto a realizar este tipo de procedimientos, los que no lo hacemos estaremos cometiendo una injusticia (principio de equidad, se llama)

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  3. Mi abuelo, pastor manchego analfabeto. PAra mí, un sabio filósofo. Siempre con boina. En verano e invierno. Siendo yo niño, entendía que la llevara en invierno, pero no verano. Un día le pregunté por qué la llevaba en verano. Me dijo que porque una buena boina, no da calor y te proteje del dañino sol. ¡Cuánta sabiduría hay en nuestros mayores! Bien es cierto que también hay ideas erróneas, pero poco se puede pedir a quien jamás tuvo la oportunidad de ir a la escuela.

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  4. Muy buenas reflexiones y muy buen post Maria José. En cuanto a la cobertura: Creo que una comisión formada por personas de los departamentos de Sanidad asesorados por dermatólog@s debería trabajar para delimitar con precisión lo que el dinero público debe/puede o no cubrir en Dermatología. Es trabajo pero hay que hacerlo porque mientras no se haga se deja al médico sólo ante un problema que es de todos.

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