Cuando uno es feliz, desea que todos lo sean… pero decía
Woody Allen que la única forma de ser feliz en esta vida es que te guste sufrir…
………
Aquel día me abrigué para ir a montar en bicicleta.
Aunque estábamos en primavera y la mañana había
comenzado envuelta en una luz templada, un vientecillo que acababa de nacer me rozó
la cara nada mas salir y me hizo temblar.
Ante ese frescor húmedo de la brisa marina, no podía
dejar de sentir que estaba seca por dentro. Era como si el calor no pudiera penetrarme, sólo
reflejarse en la superficie.
Me crucé con gente que parecía feliz, protegidos por la dulce luz del sol… Yo sin embargo, recordaba mi visita
al hospital del día anterior y sentía que quería desaparecer.
Esta es una historia triste, pero por extraño que
parezca, hoy esbozo una sonrisa al revivirla.
Hace unos años, más o menos por estas fechas, fui al
hospital a visitar a una amiga y compañera, luchaba contra un cáncer de ovario
desde hacía tiempo. Todos sabíamos que el pronóstico no era nada bueno y ella,
como medico, estaba enterada.
Cuando entré a la habitación, la encontré incorporada
en la cama, escuchando música y revisando algo que había terminado de escribir
el día anterior. “Da igual si lo mandas más tarde, ahora necesitas descanso,
desconectar…” “Yo no puedo estar ociosa, si no el trabajo se retrasa. He tenido
mala suerte, pero sigo viva y tengo muchas cosas que terminar.” Me dijo ella.
Así fue como me contó cuales eran sus planes de
futuro. Era la jefa de su servicio y su inquietud por cambiar, por mejorar, era
casi patológica, tenía grandes ideas. Hasta estaba pensando en cambiar de coche…
¿Se tomaba a la ligera su salud? ¿Le parecía mal
descuidar su trabajo por estar enferma?
Para ella su enfermedad era sólo una decepción, y no
iba a dejar que algo así la hiciera fracasar. Tenía una resolución inagotable
que le hacía sobreponerse y la desbordaba, dándonos ánimos a todos los que la
rodeábamos.
Aquella fue una tarde muy despejada, sosegada. Mi único
problema era mi nariz; congestionada por las muchas lágrimas no vertidas. “Por
cierto tengo algo para ti.” Sacó un pequeño envoltorio del cajón de
su mesita y me lo dio. “Lo compré hace tiempo y me había olvidado de él.” Era un saquito
de mi té preferido. Ella había dejado a un lado sus papeles y estaba mirándome
tendida en aquella cama rodeada de tubos de drenaje y olores intensos,
intentando animarme. Fue una lección inolvidable.
Le devolví la mirada, me habría gustado sentarme a su lado y hablar con ella durante horas. Yo quería coger sus manos y decirle que era magnífica, que era bella, joven y llena de promesas... y que estábamos juntas en esto. Pero sólo pude sonreír y decir: "Verás como todo va a salir bien."
…………….
Una vez leí que la enfermedad es un viaje en
solitario...
La vida a veces es un trago difícil, un camino
borrado por las tormentas. Para mi el mejor sentido de la vida es tener el
menor número de contradicciones internas, amar lo que
hacemos, no rendirnos y tener siempre una ilusión, algún reto, un plan que
llevar a cabo…
You know what? I love being who I am. But sometimes? Sometimes it's kind of hard...
Preciosa entrada. estoy totalmente de acuerdo con todo lo que has dicho y contado. y me quedo con la frase final, a mi también me encanta ser como soy aunque a veces sea difícil.
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