Querido 2012:
Te escribo
estas líneas para despedirme de ti. Como alguien dijo una vez, nadie puede
volver atrás y empezar de nuevo desde el principio, pero cualquiera puede
comenzar hoy mismo y hacer un nuevo final. Nada podría estar más cerca de la
verdad.
Te parecerá
extraño como despedida, pero he estado meditando sobre la belleza, la bondad,
el éxito, la amistad...
El que es
bello es amado, el que no es bello no es amado, decían los griegos. Ellos
preferían, de entre todos los sentidos, el oído y la vista, porque podían
expresarlos en forma de números y medidas. Cosa que no eran capaces de hacer
con el gusto y el olfato. Y supongo que porque permiten además mantener una
prudente distancia entre el objeto observado y el observador.
Hasta el
Oráculo de Delfos afirmaba que lo más bello es lo más justo.
La típica
disquisición… ¿la belleza es objetiva o subjetiva? La idea que tenemos de lo
que es bello ha cambiado a lo largo de las épocas y de las culturas. Artistas,
poetas y novelistas nos han dejado su opinión junto a numerosos ejemplos.
Hasta Platón
desde su caverna expresaba su concepción matemática… Para él la belleza era
algo que existe de forma independiente al cuerpo en el que estamos
accidentalmente encerrados, y que no se corresponde con lo que vemos.
Históricamente
se han establecido vínculos entre belleza y bondad. Ser bello equivaldría
entonces a ser bueno. Y bueno no es sólo lo que nos gusta sino lo que además
deseamos, lo que queremos poseer… Este deseo de posesión, esta avidez que nos lleva
a la envidia no tiene mucho que ver con el sentimiento de lo bello. ¿No?
¿Vale más el
embalaje que el contenido?
Y… ¿Por qué
te cuento esto? Pensarás a estas alturas. Porque he decidido dejar de huir de
mis problemas y plantarles cara. Ya sé que no es fácil.
Me dicen que
tengo un aire elegante, coqueto e irónico que a primera vista puede confundirse
con cierto despiste frívolo… Nada es lo que parece, soy de una lucidez
cristalina… Ya entré en una década que es como la primera hora de la tarde, cuando
tras una comida copiosa el cuerpo se inclina irremediablemente hacia la
reflexión…
Sin embargo,
nada escapa a mi olfato, a mis papilas gustativas, ni al instinto que me hace
seguir y no renunciar al objetivo de mi viaje… Me ayuda el preguntarme cada día
¿desde dónde vengo? ¿qué hago aquí?...
Sólo me
arrepiento de mi tendencia exagerada a reprimirme, lo que me ha llevado a
rechazar muchas experiencias por temor y a perder ocasiones por excesiva
prudencia…
De pequeña,
en el colegio, me dijeron que no llegaría a nada, que no era lo suficientemente
lista, ni guapa… Mis profesores en la universidad me dijeron que no llegaría a nada, que no era
lo suficientemente buena… Mi pareja me decía que no llegaría a nada…
Magníficas
líneas para una novela…
Tengo que
dejar de pasar mi tiempo con la gente equivocada. La vida es demasiado corta
para perderlo con personas que te chupan la felicidad.
A la gente le
encanta dirigir la vida de los demás, lo hacen los padres, lo hacen los profesores,
los compañeros, los llamados "amigos", nuestras parejas… Todos en
función de intereses personales que nunca son los nuestros y muchas veces
guiados por la ambición o la envidia. Pocos de ellos tienen una vida propia
satisfactoria.
Menos mal que
muchas de nosotras siempre hemos sido unas rubias rebeldes y con memoria de pez,
para olvidar esos "consejos" y hacer lo que nos dicta nuestro
instinto. Y aunque nos estrellemos contra un muro, siempre encontramos una
forma de rodearlo, escalarlo y si hace falta derribarlo.
No hay persona
en el mundo capaz de manejar todos y cada uno de los problemas, cada golpe que
nos da la vida. Pero no se supone que debamos ser capaces de resolverlos al
instante. No es así como hemos sido creados. Estamos hechos para tropezar y
caer. Para sentir tristeza, dolor y malestar por la caída. Porque ese es el
propósito de la vida.
Para hacer
frente a los problemas, tenemos primero que aprender de ellos, adaptarnos y
resolverlos. Esto es lo que al final nos moldea hasta llegar a convertirnos en
lo que somos.
Te escribo
para decirte que estoy cansada de ver como los trenes pasan de largo lanzándome
grava a la cara. Que voy a reaccionar. No quiero quedarme fuera de juego… Que
voy a resistir, a inventar un camino nuevo…
PD: No quiero
darte pena, lo odio.
………
Se secó las
lagrimas antes de que ese tsunami de ideas la lanzase contra la pared y firmó
la carta, luego salió a echarla en el buzón más próximo. Caminaba de prisa,
casi corriendo, como si intentase que algo se acelerara en su vida…
FELIZ 2013
Las cosas son bellas solo por existir, dice Sesha
ResponderEliminar¡Feliz nuevo año!
Gracias Juana por estar siempre ahí, espero verte el año próximo y todos lo que sigan.
EliminarAléjate de quien tema verte brillar...
ResponderEliminarFeliz año, María José, que nos sea bueno. Yo seguiré viniendo aquí a leerte porque me encanta tu luz.
Un abrazo
Feliz Año. Besos
EliminarFeliz 2013. Simplemente precioso. Bs
ResponderEliminarPara mi es un honor tenerte por aquí. Besos
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