domingo, 30 de junio de 2013

INTERACCIONES


EL PACIENTE

Esta habitación es sofocante. Siento que me asfixio. Parece que han usado hasta el último resto de aire y no han dejado nada para mi. Sólo espero que este médico me entienda.

La metilprednisolona no funciona. El preparado con urea y ese otro corticoide no funcionan. El último médico que vi era un estúpido, me recetó clobetasol. Como si yo fuera tonto… ¿Pensaba que no me daría cuenta? Que no se que es lo mismo. Es otro P*** corticoide. No me lo puedo extender por piernas, brazos, espalda, cabeza… No me llegan los botes, no tengo tiempo…

Necesito algo que funcione. Algo que me deje dormir, que me quite los picores. Que me ayude a dejar de parecer un monstruo. Me gustaría que este me escuchara.

No quiero que me cuente el rollo de siempre.. que tengo que hidratarme bien, que no beba alcohol, que pierda peso, que lleve una vida relajada… ¿Cómo piensa que se puede estar relajado cuando vas desprendiendo escamas de todo tu cuerpo, cuando te miran y se alejan de ti? Necesito algo más fuerte, las pastillas de antes… o esas vacunas nuevas que me han contado. Me ponen excusas, la tensión alta, el azúcar, el higado… Excusas.

Me tratan como si fuera un P*** adicto buscando una dosis. Estoy enfermo, realmente enfermo. Creo que me voy a volver loco.

El otro médico era guay. Por lo menos al principio. Él sí que me daba lo que necesitaba. Él no me hacía sentir mal, como una especie de adicto.

Con él estuve bien durante mucho tiempo. Tomé acitretino y cuando tuve aquel rebrote tan grande y dejó de funcionar, me puso ciclosporina y me limpió de nuevo. Es verdad que ya me advertía sobre mi peso y sobre la bebida, pero es que yo estaba demasiado estresado como para ponerme a dieta y beber un poco no hace mal a nadie, además me relaja. Luego me cambió a metotrexate… Yo lo que creo, es que mi cuerpo comenzó a acostumbrarse y por eso dejaban de hacer efecto.

Ese médico se preocupaba por mí. Hasta que un día… como todos… se puso en plan detective.

Todos me preguntan si bebo, si fumo, si me drogo… y toda esta mierda que no tiene nada que ver con mi enfermedad.

Eso no me ayuda. La único que me puede ayudar es que me curen. Fin de la historia. Por eso le he dicho lo que tenía que decirle a esa enfermera. Por eso le he gritado.

…….

LA ENFERMERA

¿Por qué me ha tocado a mi?

Ese hombre... Lo vi nada más entrar a la sala de espera, retorciéndose nervioso, balanceándose hacia adelante y hacia atrás. Hasta me parece que gimió más fuerte cuando me vio caminando hacia él con esta bata blanca. Tenía la esperanza de que no viniese hoy a mi consulta, llevo sólo unos días aquí. Aún no se como funciona. Pero la ley de Murphy…

El cree que soy su médico. Voy a presentarme y a escuchar lo que tenga que decir.

Mientras le tomo la tensión no deja de moverse, de quejarse... A ratos parece triste, a ratos iracundo. En realidad parece un tipo agradable. Pero me pone nerviosa la forma en que se comporta, pasa de estar triste a muy enojado en cuestión de segundos.
….

EL MEDICO

Pobre enfermera. Parece exhausta. No me extraña, ese tipo de interacciones absorben la energía de cualquiera. Secan cualquier resto de paciencia con la que haya llegado uno al trabajo. Sobre todo si eres una sustituta de verano que no conoces esta consulta. Lo he visto muchas veces antes.

Se que cada paciente es diferente y que cada uno carga con su propia historia, única e irrepetible… pero he vivido escenas similares tantas veces…

Siempre me siento de la misma manera. Estoy en la consulta y escucho la escena que se desarrolla fuera. Cansado. Irremediablemente cansado. Y hago un esfuerzo, porque se que tengo que prestar atención.

Siempre termino regañándome. Diciéndome que no es lo mismo, que tengo que individualizar este caso. Intentar saber cómo se siente y porqué se comporta de esa manera, porqué nos grita, nos exige, nos insulta...

Tengo que amonestarme a mí mismo por dejar de lado la contratransferencia que sin duda tengo, porque soy "el sanador", prometí que lo haría con la mano derecha levantada delante de un juramento escrito por Hipócrates.

Y eso apesta porque, a veces, es como un choque de trenes. Pero me pongo en su lugar y se que no puedo actuar como me siento.

Yo también soy humano y he estado enfermo y he necesitado que me escuchen que me comprendan. Se que lo está pasando mal, le creo. Para mi sería fácil darle lo que pide, pero es mi deber hacerle comprender que debe cambiar de actitud, que tiene que empezar a cuidarse, perder muchos kilos, moverse, dejar de beber, comer sano… Le pido mucho ya lo se. Le explico que el higado es como la caldera de una maquina a vapor y que si le metemos demasiada leña explota, que tiene muchos factores de riesgo...

El me recrimina que no le ponemos las nuevas “vacunas” que han salido (habla de los biológicos) porque son caras y estamos en crisis. Es cierto que necesitamos aprobación y que nos “castigan” si gastamos demasiado… pero, de verdad, eso nunca ha influido en mis decisiones.

Yo también estoy exhausto…

....
LA INTERACCION

Hola, Buenos días. Siéntate por favor. Como hablamos en la última visita, hemos comentado tu caso en la sesión del servicio y…

.....

Os dejo un enlace a una charlas en TED, algunas tocan temas parecidos.
Feliz domingo.



1 comentario:

  1. Un fiel reflejo de las interacciones que son continuas en la vida y en este caso muy realistas porque tenemos que ver y comprender desde ambos lados.
    Me gusta.
    Un saludo cordial.

    ResponderEliminar