lunes, 12 de octubre de 2015

¿QUIÉN LLEVA EL MONO?

Why can't you do it?
Why can't you set your monkey free?
Always giving into it
Do you love the monkey or do you love me?

~ George Michael
"Don't you know you've got to shock the monkey?"

~ Peter Gabriel

Hoy llega desde el este una brisa fresca, sostenida, que levanta el calor y le hace girar lentamente hasta convertirlo en un largo velo de tela roja que se aleja hacia el oeste.

Os voy a hablar de algo que seguro os va a sonar conocido… Algo que a todos nos cuesta y que pocos sabemos hacer, y es expresar tranquilamente una opinión que vaya en contra de las ideas o los prejuicios de nuestro entorno. Los psicólogos lo llaman “Asertividad” y tiene mucho que ver con la autoestima y el respeto hacia los demás.

Hay una canción de George Michael que dice algo así como; “¿Quién lleva el mono?”; hoy me he levantado temprano y la he encontrado en una lista de Spotify. La letra me ha hecho pensar en situaciones que vivimos a diario.

Por ejemplo.

Te encuentras con alguien en un pasillo, o en el ascensor, o en una reunión de trabajo... Te cuentan una situación concreta o un problema. Tu escuchas, asientes y haces algunas sugerencias. Luego te comprometes a "revisar algunas cosas" o "a mirarlo." Y en ese momento, te has echado “el mono a la espalda”.

Luego el mono cae enfermo o el pobre no sobrevive y todos te señalan con el dedo, y critican tu forma de cuidarlo. Pero si el mono, gracias a tus cuidados y desvelos, aprende trucos y se hace famoso en un circo, entonces es un triunfo de todos.

La canción me ha hecho pensar.

Pensar en “cuántos monos ajenos asumo” y también “cuántos de esos pequeños bichos molestos pongo yo en las espaldas de otros sin ni siquiera saberlo”.

 La canción de George Michael seguía sonando:

"Watch out! Baby who's that? Don't look now--there's a monkey on your back!"

Estos monos no están sólo en el lugar de trabajo. Por supuesto que no. También se cuelgan de las llamadas telefónicas, están saltando entre los correos electrónicos, balanceándose de mensaje de texto en mensaje de texto. Hasta aparecen por WhatsApp.

- “Tengo un problema. ¿Qué hacemos?”
- "¿Hacemos?"

Hay que saber cerrar el círculo y hacer comprender a esas personas que ese mono es de ellos y no tuyo. O que, al menos, tu no eres el cuidador principal del mono.

Esto es lo difícil. Parte de nuestro trabajo consiste en eso, en cargar y cuidar de los monos de otras personas. Yo, generalmente, lo llevo bien. Me gusta.

Luego están los “monos emocionales”. Personas con “cargas personales” que se bloquean mentalmente y deciden que eres el elegido para cargar con todos esos bichos. Esos son los monos más difíciles y agotadores de cuidar, siempre están discutiendo todo lo que sugieres.

Son inseguros.

Esas personas, cuando te cuentan algo, parece que van pilotando un avión al que le queda una sola ala. Las escuchas, les das tu punto de vista, usas palabras tranquilizadoras, intentando que se sienta mejor, que vean la situación desde otro punto de vista… y de repente el mono, se vuelve agresivo y salta a tu espalda arañando. Ha encontrado un nuevo hogar.

Hay otros casos.

Estás hablando con un amigo o un compañero. Y este empieza a hablarte de un problema que tiene con otro amigo común y al final te pregunta:

"¿Entonces, qué debemos hacer?"

En esos casos es cuando escucho a George Michael advirtiéndome, cantando en mi oído.

Watch out! Baby who's that?

Muévete rápido hacia un lado, que ese mono no salte sobre tu espalda.

Lo mejor es emplear el método de las empresas, de los negociadores. Junto con ellos, identificar el problema y lo que hace falta para solucionarlo. Establecer un plan de acción y quedar para más adelante cuando lo hayan meditado, no en el pasillo o por el móvil. El darle formalidad al asunto, hace que el mono quede bajo el foco, expuesto a la vista de todos, y evita que se reubique sigilosamente sobre tu espalda.

…..
Una vez leí que los hombres dicen que el tiempo pasa, y que el tiempo dice que los hombres mueren.

Al final quisiera pensar que no he vivido esta vida en vano y que he podido ayudar a otras personas con mi experiencia. A esas personas a las que les han hecho creer que no pueden hacer lo que sueñan, a base de repetírselo continuamente.


Es cierto que el conocimiento se adquiere mediante la experiencia, el resto no es más que información. Hoy tengo la sensación de que me he pasado la vida superando tormentas, olas gigantes yo sola… y que no lo sabía…



1 comentario:

  1. Hace muchos, muchos años (era joven!) oí la expresión "to pass the monkey" (más o menos "pasar el muerto"). Me cuadra mucho.
    Un post brillante y sabio, gracias por compartir, un abrazo.

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