domingo, 20 de marzo de 2011

¿QUE HAY DE NUEVO VIEJO?

Tenía veintinueve años y en su joven mente cientos de ideas se afanaban por germinar, ansiaba una oportunidad para ponerlas en práctica, pero ninguna llegaba a concretarse en algo tangible. Después de penosos años de estar consumiéndose frente a montañas de libros, en seminarios, practicas y cadáveres. Había pasado del hedor del formaldehído al acre olor de las salas del hospital y sin saber cómo se encontraba en aquella jungla donde residentes, estudiantes y becarios luchaban por destacar frente al jefe.

“Muchas manos arruinan el puchero, quiero ideas nuevas” era la frase preferida del jefe a la hora de repartir los trabajos. A él nunca le había tocado nada “innovador”.

Esa mañana, tenía el coche en el taller, así que cogió el autobús para ir a trabajar. Desafortunadamente la frecuencia con la que pasaban los autobuses era de más de media hora, esto le hizo tener que madrugar más de la cuenta para no llegar tarde y estaba de un humor de perros. Saltó al autobús deseando encontrar un asiento libre, a ser posible sin nadie al lado para no tener que entablar incomodas conversaciones acerca del tiempo.

Cuando el autobús por fin llegó a la parada, estaba lloviendo a cantaros y se compadeció aun más de su negro destino. En estos pensamientos andaba cuando se percató de un hombre que bajaba tras él y que le sonreía intentando captar su atención.

Era un rostro que le resultaba familiar, un hombre de edad indefinida y aspecto tranquilo. “Buen día Angel, tienes cara de preocupación. ¿Sabes quién soy?” “Creo que sí, trabajas en mi servicio ¿no es así?”. “Trabajaba, aunque todavía me gusta ir por allí”.

Entablaron una conversación camino del hospital que se prolongó mañana tras mañana a la misma hora frente a una taza de café. Angel le fue explicando entre quejas y lamentos todas sus preocupaciones, sus dudas acerca de su valía, y el le transmitía sus experiencias:

El gran secreto de la innovación es que cualquiera puede hacerla. Busca la palabra en un diccionario y mira su significado. Innovar, es “introducir algo nuevo” y para esto no hay que ser un genio de la creatividad, te aseguro que tú tienes todo lo necesario para hacerlo. La clave esta en la palabra “novedad”, todos creen que es algo que jamás antes ha existido en el universo. Nómbrame cualquier gran inventor y te demostraré que cogió ideas del pasado y las reutilizó acomodándolas a su situación particular, hasta Picasso se dice que estaba influido por las pinturas tribales africanas”.

“El truco esta en saber definir lo que es “nuevo” desde una perspectiva más amplia, como por ejemplo emplear conceptos ya existentes de otra forma. La clave esta en tres cosas: plantearse preguntas, experimentar y tener confianza en uno mismo. Y la forma más fácil es empezar con cosas que haces a diario, intentando hacerlas de otra forma, si asumes que sólo existe una forma de hacer algo, te metes en un callejón sin salida”.

Le metió en la cabeza la idea de que debía salir de aquel ambiente, viajar a otros países, aprender lo mismo desde otro punto de vista.

“Los grandes innovadores suelen ser los que se plantean las preguntas adecuadas, aunque sean las más simples, y además intentan responderlas sabiendo que su punto de vista es único, que nadie más lo tiene: No one can see the world exactly the way that you do”. Hay que ser curioso, inconformista, valiente a la hora de aceptar criticas”.
“Por ultimo, no pretendas tener éxito desde el primer momento. Aprende de tus fallos”.
Más adelante descubrió que la famosa técnica que empleaban para el tratamiento de las ulceras en las piernas y que su jefe había publicado en revistas internacionales, llevaba el nombre de aquel anciano.


2 comentarios:

  1. "El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos territorios sino en tener nuevos ojos." Marcel Proust

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