domingo, 27 de mayo de 2012

LA VIDA HAY QUE CELEBRARLA


“Not everything that counts can be counted…”

Me puse el pijama verde, estaba limpio y bien doblado. Después caminé hacia la puerta del antequirofano. No podía dejar de pensar en el paciente que iba a operar y en la conversación que habíamos mantenido en la consulta.

Su mujer, sentada junto a él, parecía triste e intentaba no perder el control. Prematuramente envejecida, como una taza de porcelana que se ha estrellado contra el suelo y que, aunque la pegues, ya nunca volverá a ser como antes. Un reflejo de que no se puede volver atrás en el tiempo, ni detener la ira.

Entré al quirófano pensando que uno nunca sabe cuándo volverá a ver a otra persona, y me moría de curiosidad porque tal vez no tendría otra ocasión de hablar con él, así que me dejé llevar por su historia…
……..
“Tengo 64 años y no quiero jubilarme por enfermedad” es lo primero que me dijo.

“Hace unos ocho años tuve un accidente de trafico, un coche me arrolló cuando iba en bici, me fracturó el codo y tuvieron que operarme. Los médicos me dijeron que no volvería a doblar el brazo, que había quedado muy mal. Ni siquiera me enviaron a rehabilitación. En la empresa me dieron una indemnización y me prejubilaron.

Soy una persona muy activa, me gusta montar en bici. Antes hacía maratones. Así que busqué un rehabilitador y le conté lo que me pasaba y que no quería dejar de trabajar, ni de hacer deporte. Él no me prometió nada, pero me dijo qué ejercicios podían irme bien.

Iba todas las mañanas y me quedaba tres o cuatro horas, así día tras día durante varios meses, hasta que pude mover bien el codo. Tuve que pasar un tribunal médico que evaluó si podía volver a trabajar y me aceptaron. Me reincorporé al trabajo y me fueron descontando la indemnización mes a mes del sueldo…”

…..
Aquel hombre tenía la rara habilidad de contemplar el mundo y la vida con ojos inocentes, como algo nuevo, sin filtrarla a través del cristal del desanimo. Era capaz de captar y experimentar toda la riqueza de la vida, de SU vida… Es difícil transcribir esa visión en palabras, de forma que los demás podamos aprenderla.

“La vida esta llena de lo desconocido, llena de esperanzas de misterios… La vida hay que celebrarla y saborearla…” lo contaba con calma, deteniéndose a pensar, mientras yo le extirpaba un tumor del cuero cabelludo.

“Hace 3 meses me operaron de un cáncer de colon. Tan grande que casi no dejaba pasar el fibroscopio.

Me di cuenta durante un viaje a casa de mis hijos. Noté que tenía ganas de ir al baño y cuando fui echaba sangre. Estuve así todo el día, mi mujer quería que fuese al hospital, a urgencias, pero yo pensé que no era buena idea, que probablemente me ingresarían y no estábamos en nuestra casa. Así que me miré al espejo y como no estaba muy pálido, cogí el coche y me volví a mi pueblo, llegué cansado…. Al día siguiente fui al hospital y poco tiempo después me operaron.

Ahora estoy de baja, el medico me ha dicho que no sabe si me darán quimio y que no cree que vaya a poder regresar a mi trabajo. Pero yo a los dos días de darme el alta, empecé a caminar alrededor de mi casa, cada vez un poco más lejos y ahora hago más de veinte kilómetros diarios a buen ritmo.

Me gusta mi trabajo, me relaja. Cada día es como ir de excursión. No quiero jubilarme por enfermedad…”

…..
Me dije que, en realidad, todo el mundo comparte algo maravilloso y profundo, más allá de lo que pretende aparentar con sus comportamientos.

Los científicos, vivimos en un mundo de datos, números, ensayos clínicos. Pensamos que podemos medirlo todo. Pero el significado no siempre esta en los hechos. El mundo esta lleno de historias que son únicas porque cada vida es única, gente corriente viviendo vidas corrientes…

Para muchas personas, las decepciones y los fracasos cotidianos son una fuente de aprendizaje, casi de energía diría yo. Tienen una resolución inagotable que les permite sobreponerse e intentarlo de nuevo una vez, y otra, y otra más…

Lo que les falta a quienes no lo consiguen, es algo en su proceso, en su mentalidad, en su respuesta al fracaso…


9 comentarios:

  1. Celebremos, siempre ....
    Ser felia pase lo que pase fuera .... hay místicos e iluminados por todas partes, solo hay que tener el valor y el coraje de escucharlos .... ¡gracias por traérnoslos!

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  2. Me ha gustado mucho este comentario. Felicidades Dra. En estos tiempos siempre hay que recordar lo que aquí expones.

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  3. Jolín que bonita historia... Ese si que era un pacientazo! Gracias por compartirlo! Un abrazo! :D

    Belén

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  4. Hermosa historia y preciosa descripción a través de de tu mirada...

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  5. Esto es para releerlo todas las mañanas, para abrir bien los ojos y darnos cuenta de lo que tenemos delante.
    Gracias

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. Tenemos tanto que aprender de nuestros pacientes! Que hermosa historia de lucha y superación.

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  8. Gracias por compartir esta historia. Viva la vida y viva la gente.

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  9. Hay gente corriente, viviendo vidas corrientes con mucho que enseñarnos, solo tenemos que escuchar y compartir

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