martes, 1 de mayo de 2012

QUÉ FRUTAS Y VEGETALES SON BUENOS PARA TU PIEL


“Esta noche,
como muchas sin amante,
voy a hacer pan
hundiendo mis nudillos
en la masa suave.”
Patricia Donegan

Recuerdo que el cielo era azul, azul. La silueta de los tejados se dibujaba nítidamente y soplaba una brisa ligera y agradable. Había despertado temprano, estaba muerta de hambre. A pesar de no ser caprichosa con la comida, casi no había cenado porque la especialidad del restaurante donde fuimos eran verduras de olores fuertes. Era joven, estaba en una ciudad lejana, y pensaba que sería maravilloso vivir así, viajando… Sola bajo las estrellas, en un lugar desconocido, descubriendo sabores, olores, sensaciones… Pero mi estomago no estaba preparado.

A veces es mejor no preguntar lo que uno esta comiendo, salvo que tengas alergia a algún alimento, es preferible adentrarse en el placer de los sentidos.

La primera vez que vi comer caracoles, era una niña. Era curioso ver extraer esos gusanos babosos con un palito y la cara que ponían al masticarlos… La golosina preferida de un conocido eran las galletas de chocolate con chorizo picante… En algunas partes de America las hormigas fritas las comen los niños como aquí las pipas. Ya lo dice el refrán: “Sobre gustos…”

A mi edad, he comprendido que prefiero los alimentos en su estado natural, no se trata de pastar como los conejos, la comida también debe entrar por los ojos, pero la frescura de los ingredientes naturales debería ser suficiente atractivo.

Cocinar y comer pueden convertirse en una pasión peligrosa, la presentación de la mesa, el sabor de la comida, la abundancia, la calidad…

Me gusta manipular la comida, comer con las manos. Las mejores comidas que recuerdo son las que he tomado a mordiscos, como una rodaja de sandía en verano. Cocinar metiendo la mano en una suave masa, sentir la delicadeza de la harina, el cosquilleo del azúcar. O la resistencia de una verdura al hundirle el cuchillo…

La comida, igual que la atracción física, entra por la vista, pero hay gente capaz de echarse cualquier cosa a la boca en busca de la longevidad, la belleza o el placer… Una aleta de tiburón, caracoles, ancas de rana… La naturaleza esta llena de hierbas afrodisíacas, hongos alucinógenos, resinas que cicatrizan…

……..
Hoy os cuento algunas de las cosas que he aprendido y que me parecen interesantes.

De acuerdo con numerosos estudios recientes que comparan las propiedades antioxidantes de diferentes alimentos, las mejores frutas son (por este orden): Fresas, ciruela, naranja, uva roja, kiwi, pomelo, uva blanca, plátano, manzana, tomate, pera, melón dulce… En cuanto a las verduras: Alcachofas, Repollo, remolacha, brócoli, achicoria roja, chile rojo…

También hay que tener en cuenta las propiedades antiinflamatorias de frutas y verduras (repollos, brócoli, coles y coliflor) y los que son ricos en carotenos/antioxidantes (tomates, zanahorias, calabazas, albaricoques, remolachas y cualquiera que sea rica en colores).

Así el puesto de frutas y verduras del mercado, se convierte en nuestra mejor tienda de cosméticos (hay estudios que afirman que lo que comemos nos beneficia más que cualquier crema y que aumentan las propiedades antioxidantes si se usan conjuntamente).

Tenéis que buscar frutas y verduras de colores vivos y brillantes, con poco contenido en agua, como fresas, kiwis, brócoli, y patatas dulces (aquí las conocemos como boniatos) Alimentos densos y muy pigmentados; son los más ricos en antioxidantes.

El sabor, los nutrientes y porqué no decirlo su “poder como fuente de vida”, depende de su frescura. Ninguna abuela mediterránea usaría un calabacín mustio o un tomate arrugado. Lo ideal sería arrancarlos de la tierra y llevarlos directamente a la cocina, pero para la mayoría de nosotros cultivar nuestro propio huerto resulta un lujo inalcanzable. Así que toca comprar en el mercado, no caer en la tentación de los enlatados y disfrutar de la experiencia.


1 comentario:

  1. Frutas y verduras siempre,también para la piel.Buena entrada Dra Alonso.

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