domingo, 1 de mayo de 2011

REFLEXIONES EN EL DIA DE LA MADRE

Me subí las mangas de la camisa y entré en la cocina. En ese momento, no iba a hacer ningún guiso, pero llevaba preparados todos los trucos y tácticas que conozco. En la mesa del office estaba sentado mi hijo mayor, con la cara larga y gesto de enfado. Mi casa parecía un campo de batalla con todo desordenado, yo casi había perdido la voz de tanto hablar con sus hermanos para que recogiesen todo. Mi espalda era un bloque de cemento de la tensión acumulada tras largas horas de pie ante la mesa de quirófano, lo único que quería era tumbarme y descansar, pero no pensaba dejar pasar aquel momento sin enseñarle una lección.

“No te levantas de ahí aunque estés cansado, ni para ir al aseo, hasta que el trabajo esté bien hecho.” El había dedicado horas a preparar la presentación, había renunciado a juegos y salidas con los amigos. Era su proyecto de fin de curso y yo tenía que apoyarle y exigirle, no iba a dejar que se diera por vencido en el ultimo momento.

Como madre me preocupa ver a diario en la consulta niños de pocos años que hacen solo lo que les viene en gana, impulsivos y desobedientes. Adolescentes irritables y en ocasiones violentos con sus padres. Mis hijos me dicen que soy más estricta que otras madres y es cierto, en casa tenemos muchas reglas porque pienso que son importantes para saber conducirse por la vida. El más importante maestro del carácter que puede tener un niño, es el adulto que se ocupa de él.

¿Soy una mala madre cuando exijo esfuerzo a mis hijos?

Quiero que mis hijos sean activos física y mentalmente, intento que practiquen deportes quieran o no, eso sí los que a ellos les gusten realmente. Intento acercarlos al mundo de la literatura y la música. En casa no se ve la tele cuando hay colegio.

¿Por qué? Porque quiero que sean felices, pero también que tengan oportunidades. No me importa si son médicos o profesores o abogados o cualquier otra profesión que ellos elijan, lo que quiero es que esas elecciones sean suyas, no de otra persona. No quiero que tengan que oír “No, usted no puede hacer esto porque no reúne los requisitos o porque no tiene suficiente preparación.”

También quiero que aprendan que forman parte de algo más grande, que es importante tratar con respeto a los que los rodean. Ser amable, respetuoso y empático, no es una opción, es necesario. Nuestro mundo necesita personas que se impliquen en el servicio a los demás, ya sean hermanos, padres, amigos o compañeros.

¿Significa esto que los quiero menos?

El amor incondicional es algo que se le da libremente al niño, sin esperar nada a cambio, solo por ser un ser humano precioso. “Te quiero sin exigirte nada a cambio, sea cual sea tu comportamiento, nunca dejaré de quererte. Sí te exijo que actúes rectamente, con educación y bondad, de lo contrario me sentiré enfadada, triste, pero nunca dejaré de quererte. Eres mi hijo”.

6 comentarios:

  1. Un buen regalo del día del la madre para su hijo.

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  2. Querer a nuestros hijos es ponerles límites, en realidad eso es lo que quieren y, eso es lo que necesitan.

    Os contaré una anécdota que contaba la profesora de mi marido (psicóloga especialista en adolescentes) una de las muchachas (adolescente) a la que trataba, decidió irse a vivir con su padre porque su madre la dejaba hacer lo que quisiera, sentía que le importaba un bledo, se emborrachaba, estaba hasta las tantas por ahí, estirar la cuerda para ver hasta donde .... un desastre, su padre le puso muchos límites, mucha disciplina, ella prefería estar con él .... parece raro, pero no lo es, ellos gruñen, pero quieren que les digas que "si", y que "no" .... si nosotros no les damos suelo donde pisar, enganches a los que agarrarse, vallas para saltar .... ¿quién se los da entonces?

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  3. Esas mismas preguntas me las hice en su momento más de una vez: ¿Soy una mala madre? ¿Lo quiero menos que esas madres que les dan todo lo que piden? Hoy mi hijo tiene 26 años y sólo puedo decir que me siento orgullosa de él. El tiempo ha respondido a mis preguntas.

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  4. Yo no tengo hijos, pero creo que los tuyos tienen mucha suerte.

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  5. Kindness in your eyes, I guess, you heard me cry and you smiled at me like Jesus to a child. I'm blessed. I know heaven sent and heaven stole, but you smile at me like Jesus to a child...

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  6. Maria José, lo que tú te planteas, lo que haces,...es lo que todo padre debería plantearse. Los padres han de ser los responsables de la educación de sus hijos, porque sino les marcan el camino ellos, otros lo harán en su lugar, será su entorno de amigos, profesores, televisión, etc... y puede ser que todavía no tengan el criterio de madurez necesario para reconocer dónde está lo adecuado o no. No en función de lo que debe estar bien o mal únicamente, sino que se vean parte de una red social, no sólo para contactar o contarse cosas, sino que todo tiene su consecuencia y que ellos también forma parte activa.
    La tolerancia a la frustración es además otra competencia que se desarrolla en esos estadios de infancia y adolescencia, sino les enseñamos que todo cuesta, que todo supone un esfuerzo, vienen las frustraciones y la necesidad del éxito al mínimo esfuerzo.
    Tu entrada me ha parecido genial!. Gracias por compartir como siempre

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